En la iglesia de Santa Catalina de Maaseik se pueden admirar hasta once obras maestras flamencas. Un tesoro en su estado original y un montón de opciones. Imprescindible, la cruz procesional de plata, que mide más de un metro. Frederik Malders plasmó en ella toda su maestría técnica. Es comprensible que, en su época, este platero fuera una celebridad en Maaseik.
La iglesia de Santa Catalina
La actual iglesia de ladrillo de Santa Catalina data de 1845 y sustituyó a una colegiata más antigua que se había deteriorado. Está construida en estilo neoclásico y tiene un interior sencillo, con algunos elementos más antiguos, como el altar del coro alto (hacia 1700). Destacan los numerosos documentos escritos, como el Codex Eyckensis, del siglo VIII, el evangeliario más antiguo del Benelux y una obra maestra flamenca. La colección textil también es curiosa. La mayoría procede de la antigua abadía de Aldeneik.
La platería
El platero Frederik Malders fue toda una celebridad en Maaseik. Trabajó para iglesias y monasterios, fabricando objetos de oro y plata para uso litúrgico: cálices, crismeras y ungüentarios, cuencos y muchas otras piezas. En 1796, el sacristán salvó el tesoro de la iglesia, incluida la vajilla de plata, de la confiscación de los franceses. Para ello, tuvo que esconder los objetos de valor.
Cofre de reliquias de las santas Herlinda y Renula
El relicario contiene los restos mortales de las hermanas Herlinda y Renula, las primeras abadesas de la primitiva abadía de Aldeneik, entre otras reliquias. Según la tradición, esta abadía fue fundada hacia el año 720 por el noble franco Adelardo y su esposa Grinuara, cerca del río Mosa.
Tras su muerte, Herlinda y Renula fueron canonizadas. Se decía que los creyentes enfermos que visitaban sus tumbas se curaban milagrosamente. Como resultado, Aldeneik se convirtió en un conocido lugar de peregrinación, en donde se exponían solemnemente y se veneraban en altares y relicarios los restos mortales de estas dos santas hermanas.
En 1652, el matrimonio formado por Gulielmus y Elisabeth de Borman-Puytlinck donó a los canónigos de Maaseik un relicario de grandes dimensiones tachonado en plata, para conservar en él los restos de las santas Herlinda y Renula.
Tradicionalmente, este sarcófago se traslada en el llamado "ommegang", una procesión que tiene lugar cada 25 años, durante la cual las reliquias de las santas se llevan primero de Maaseik a Aldeneik y, después, de vuelta a Maaseik.
Información práctica
Accesibilidad
Los Tesoros de la Iglesia son de difícil acceso para las personas con discapacidad.