Pocos lugares captan el Barroco de una manera tan profunda como la basílica de Nuestra Señora de Scherpenheuvel. Este imponente escenario se completa con las mejores pinturas de Theodoor van Loon. La combinación de iglesia y arte representa la cumbre del culto mariano. Sin duda, una visita a este lugar no decepciona.
La basílica de Nuestra Señora de Scherpenheuvel
Scherpenheuvel, junto con la imponente iglesia abovedada de Nuestra Señora, se erigió a principios del siglo XVII, en plena Contrarreforma. Esta iglesia de peregrinación para venerar la figura milagrosa de María no podía pasar desapercibida de ninguna manera. Para completar el espectáculo, en la iglesia, que está literalmente en el centro de la población, se utilizaron los materiales más caros. Esto fue posible gracias al apoyo financiero y moral de los archiduques Alberto e Isabel. Desde 1922, la iglesia es una basílica.
Ciclo mariano - Theodore van loon
Las siete pinturas que adornan la iglesia de peregrinación son las obras más conocidas de Theodore van Loon. Son los únicos cuadros de Van Loon que, en conjunto, siguen en sus emplazamientos originales. Las escenas monumentales representan la vida de la Virgen. Los temas coinciden con las siete fiestas que se celebraban en la corte del archiduque Alberto e Isabel. En el culto de María, el siete es un número importante. Representa siete momentos tristes y siete momentos felices de su vida.
Información práctica
Accesibilidad
Fácilmente accesible para personas con discapacidad.