Los cuadros que cambiaron el curso de la pintura occidental son extremadamente excepcionales. La Adoración del Cordero Místico, de los hermanos Van Eyck, es una de esas obras. Una visita a esta catedral debería estar en la lista de deseos de todo amante del arte. ¡Perdértela sería imperdonable!
La Adoración del Cordero Místico
La historia de la pintura occidental no sería la misma sin la obra pionera de Jan van Eyck. El cuadro más importante y de mayor tamaño que pintó fue la Adoración del Cordero Místico, de 1432. Su hermano Hubert empezó a trabajar en este políptico encargado por los patricios ganteses Judocus Vijd y Elisabeth Borluut. Hubert van Eyck murió en 1426 y su hermano Jan continuó la obra. El Cordero Místico, tal como lo conocemos hoy, fue pintado principalmente por Jan van Eyck y por colaboradores de su taller. En el centro vemos al cordero, símbolo de Cristo, que sacrifica su sangre para redimir los pecados de la humanidad. Gracias a la perfección de su técnica al óleo y a su incomparable realismo, Jan van Eyck pintó una obra maestra sin parangón, con panoramas escénicos, una pintura enciclopédica de la naturaleza, figuras de tamaño real, la ilusión de la escultura, su legendaria representación de la luz y otros muchos detalles.
Información práctica
Accesibilidad
Fácilmente accesible para personas con discapacidad.