La iglesia abacial de Averbode

Según fuentes históricas, el 25 de octubre de 1499 hubo un gran incendio provocado por un rayo. La iglesia de la abadía sufrió grandes daños. Tras la reconstrucción de la iglesia, en 1514, el retablo de Averbode ocupó su lugar en el altar. En el siglo XVII, se trasladó a la casa-refugio de los Norbertinos en Diest, pero en 1834 volvió a la Abadía de Averbode. 40 años después, lo adquirió el Museo de Antigüedades de Amberes. Se mantuvo en él durante los 49 años siguientes. Desde 2023, el retablo se encuentra de nuevo en la abadía.

El espectacular retablo es el resultado del trabajo en equipo. Un retablo nunca era el trabajo de una sola persona.  Había un carpintero responsable del encofrado, un tallador para la talla, un pintor para la policromía de las figuras y las escenas de los paneles. El escultor, en este caso Jacob van Cothem, era el eslabón más importante de tal proyecto.

Las escenas esculpidas muestran la Lamentación sobre Cristo muerto con Cristo en el limbo del infierno en la parte superior. Los paneles laterales se pintaron al óleo y representan La Crucifixión y La Resurrección. El retablo cerrado alberga un Ecce Homo y El encuentro de Jesús y Verónica. Se reconocen elementos tanto de los primitivos flamencos como del renacimiento. La obra es un verdadero espectáculo con las coloridas escenas junto con los elegantes personajes en los animados fondos.