La visita al museo y jardines Van Buuren en Ukkel no es una simple visita. Es volver a casa. Es la vivienda de un matrimonio con un gran corazón para el arte. Diseñaron el entorno en el que vivían con mucho esmero.
Museo Van Buuren
La vivienda no es abrumadora. Está construida con amor y esmero, con atención a la estructura de ladrillo y el acabado. La carpintería recuerda inmediatamente a ejemplos de los Países Bajos. La influencia de la escuela de Ámsterdam es obvia. La vivienda la diseñaron el propio constructor, David van Buuren, y su sobrino Johan Franco. Los arquitectos Léon Govaerts y Alexis van Vaerenbergh hicieron realidad los planos. La vivienda no resulta ostentosa, transmite un ambiente de lujo tranquilo. La entrada está bañada de un cálido resplandor de un palisandro brasileño y la vidriera de Jaap Gidding, una composición geométrica en tonos amarillos y naranjas. Llama la atención la lucerna de Jan Eisenloeffel. Los propietarios la adquirieron en la exposición parisina de arte decorativo en 1925. Para que la lucerna luzca, mandaron ampliar la zona de la escalera. Este es solo un ejemplo de cómo la arquitectura se supeditó al arte. La escalera se diseñó para el Joven arrodillado de George Minne. El jardín también merece una visita. Mientras David van Buuren se ocupaba principalmente de la vivienda, Alice se volcaba en el diseño de los jardines.
Paisaje con la caída de Ícaro
La precede a la caída. Eso es lo que representa esta pintura, según un relato del escritor romano Ovidio. El joven Ícaro vuela junto con su padre Dédalo con alas de plumas y cera para huir de su prisión en Creta. A pesar de las advertencias de su padre, el joven vuela demasiado cerca del sol. Se derriten las alas y se desploma en las olas del Mar Egeo. En la parte inferior derecha de la pintura solo se ven las dos piernas de Ícaro pataleando. El pintor ha acentuado al campesino que está arando y no repara en la tragedia. La famosa obra se atribuyó durante mucho tiempo a Pieter Bruegel el Viejo, pero tras estudios de la madera y el panel se demostró que esta pintura es una excepcional copia. El original se encuentra en el museo de Bellas Artes de Bélgica, en Bruselas.
Joven arrodillado - Georges Minne
Georges Minne pertenece a la primera generación de la Escuela de Latem, a la que también pertenecía Gustave van de Woestyne. Se les llamó los místicos, porque en la búsqueda de su propia expresión tenían tendencia a lo místico y lo simbólico. La modesta escultura el Joven arrodillado es una de las obras más conocidas de Minne. El joven desnudo está arrodillado y mira al suelo. Parece protegerse del mundo exterior con los brazos. Parece inseguro. Solo un verdadero maestro puede transmitir esas emociones con realismo.
Hierros para chimenea dorados - Dolf Ledel
En 1928, Dolf Ledel creó los hierros para chimenea Esprit du feu (Espíritu del fuego). En se periodo, su estilo evolucionó de un realismo monumental hacia una pureza estilizada. En sus figuras, se reconocen influencias egipcias y griegas. Estos hierros para chimenea dorados son un bonito ejemplo de la moda no funcional del Art Deco. No se utilizaron nunca, ya que también la chimenea, diseñada según las medidas de un lienzo de Permeke, solo era decorativa.
Información práctica
Accesibilidad
- Difícil acceso para personas con discapacidad.