Peter Paul Rubens: el genio de Amberes

En La pesca milagrosa, Rubens representa tres escenas en otros tantos paneles. El maestro pintó la obra por encargo del influyente gremio de pescaderos de Malinas, que quería representar la riqueza de su oficio. 

Esta parroquia fue una de las más ricas de Malinas, por lo que la iglesia cuenta con obras de arte especiales. Lo más destacado es La Adoración de los Magos, una sublime expresión de la artesanía de Rubens. No hay más que ver la luz que irradia Jesús, iluminando el semblante de los espectadores.

Consejo

Rubens tenía un equivalente escultórico. Lucas Faydherbe fue contemporáneo suyo, e incluso pasó varios años en el taller del pintor barroco flamenco. Faydherbe era de Malinas, por lo que se pueden admirar obras de este Rubens en piedra en muchas iglesias de Malinas.

Por ejemplo, los dos arcos en relieve de la basílica de Nuestra Señora de Hanswijk son verdaderos hitos de la escultura barroca en el sur de los antiguos Países Bajos. Tanto La Adoración de los pastores como La caída de Jesús bajo la cruz del Calvario son obras maestras de ingenio compositivo y expresión.

En la iglesia del Beaterio también encontrarás obras de Lucas Faydherbe. La estatua de Santa Catalina de la fachada barroca es obra suya, al igual que parte del interior. Allí también podrás admirar cuadros de Theodoor van Loon, entre otros.

Cada lugar cuenta su propia historia. La iglesia de Nuestra Señora de Leliëndaal fue diseñada por Lucas Faydherbe, que se inspiró en los jesuitas. La fachada barroca impulsa la mirada de izquierda a derecha y de abajo arriba. Al final, prevalece la estatua de Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas, entronizada en lo más alto.    

«Un cielo en la tierra», llamaban los amberinos a esta triunfante iglesia barroca, con su dinámica fachada, su refinado interior y su sublime Capilla de Rubens. Aquí podrás admirar El regreso de la Sagrada Familia, la obra maestra que Nicolaas Rockox -alcalde de la ciudad y amigo personal del pintor- donó a la iglesia en 1620.

Hablando de Rockox, durante 20 años, el alcalde fue vecino de Frans Snijders, pintor de animales y bodegones. Juntas, sus casas contiguas forman ahora un hermoso museo: la Snijders & Rockoxhuis. 

En esta iglesia gótica no encontrarás un cuadro de Rubens, pero sí donde descansan sus restos. Su mobiliario de mármol, sus 24 altares y su rico tesoro artístico hacen que su visita merezca la pena. Los peregrinos a Santiago de Compostela piensan lo mismo, ya que la iglesia de Santiago es una parada habitual en su camino.

Consejo

¿Quieres mirar a Rubens a los ojos? Su estatua se encuentra en la Groenplaats, en Amberes.  

Camina unos pasos más y te encontrarás en la Catedral de Nuestra Señora. Allí podrás admirar nada menos que cuatro cuadros del maestro.

Encontrarás más obras de Rubens en el Museo Real de Bellas Artes de Amberes. Allí se está llevando a cabo la restauración del gigantesco retablo de la Virgen entronizada con el Niño, rodeada de los Santos. El cuadro es tan grande que la restauración se está realizando en la propia sala. Studio Rubens -como se bautizó la restauración- ofrece una oportunidad de seguir esta imponente obra desde primera fila.

Este verano, visita también la Rubenshuis. En el verano de 2024 se inaugurará el nuevo edificio de recepción y el jardín barroco, que cuenta con el asesoramiento respecto a las plantas y colores del célebre modisto Dries Van Noten.

Como diplomático y consejero en la corte de los archiduques Alberto e Isabel, Rubens también acudía con frecuencia a Bruselas. Por ejemplo, desempeñó un papel crucial en la decoración del Palacio Ducal de Coudenberg. La obra más notable del maestro en la capital es el cuadro Cristo entregando las llaves a San Pedro. Rubens pintó el original a petición de su amigo y colega Jan Brueghel el Viejo. Ese cuadro se vendió en 1765 y fue sustituido por esta copia.

Consejo

¿Te gustaría ver más obras de Rubens en Bruselas? El Museo Real de Bellas Artes ha llenado con ellas su mejor sala. 

Aunque no sabemos nada de la estancia de Rubens en Aalst, también se pueden admirar obras del maestro en la ciudad de las cebollas. Como San Roque, siendo nombrado por Cristo patrón de los apestados, que pintó en su mejor momento artístico. El cliente era el gremio de comerciantes de lúpulo y grano, que veneran a San Roque como patrón.